miércoles, 26 de septiembre de 2012

No mientas

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Lectura bíblica: Efesios 4:25

Por lo tanto, habiendo dejado la mentira, hablad la verdad cada uno con su prójimo. Efesios 4:25


Antonio estaba confundido. Creía que Julio y yo éramos amigos, pensaba. Si no quiere jugar, debiera decírmelo. Es la cuarta vez que me dice que falleció su tía Beatriz y que tiene que ir a su entierro.
Tema para comentar: ¿Tienes amigos que presentan excusas en lugar de decirte la verdad? ¿O que dicen mentiritas para esquivarse de hacer lo que no quieren hacer?
Julio podía haberle dicho a Antonio: “No tengo ganas de jugar”. O podría haber hablado sinceramente y decirle: “Prefiero no jugar porque siempre desordenas mi cuarto y después no ordenas nada, y no me gusta tener líos con mi mamá”. O podía haber sido absolutamente directo y decir: “Mira, la última vez que viniste atropellaste a mi perro con tu bici y pusiste tan nervioso a mi gato que se le cayó el pelo a los cinco minutos que te fuiste. ¡No me llames más!”.
Quizá puedas identificarte con Julio. Si tienes un amigo como Antonio, quizá te preguntes si no está bien decir alguna vez una mentirita. Pero eso sería igual que preguntar: “¿Qué tiene de malo si alguna vez pongo la mano en el fuego?” o “¿Qué tiene de malo si alguna vez me pongo en las vías cuando viene un tren a toda velocidad?” o “¿Qué tiene de malo comerme alguna vez el veneno para las ratas?”.
Decir la verdad es una de esas cosas absolutas, que siempre es correcto hacer. Es así porque Dios siempre dice la verdad. Nunca es correcto ni bueno mentir. Ni siquiera alguna vez. Ni siquiera un poquito.
A veces puede ser difícil decir la verdad. Pero hacer lo bueno es siempre bueno, aunque no sea siempre fácil.
A la larga, vivir de la manera que quiere Dios es mejor para ti y para todos. Aunque no lo creas, los que te rodean quieren que seas veraz con ellos. Si dices la verdad aun cuando te resulte difícil, los demás se quedarán admirados. Tus amigos, compañeros de escuela, familiares y vecinos creerán lo que dices.
Seguro, habrá ocasiones en que tendrás que decir: “No puedo contestar eso”, o “Prefiero no decirlo”. O quizá tengas que decirle a alguien simplemente: “Gracias por el regalo” sin decirle que no te gusta el color. Hazte la regla personal de siempre decir la verdad, pero decirla con amor (ver Efesios 4:15). Es muy probable que tu dedicación a decir la verdad motivará a otros a tu alrededor a ser también veraces.
PARA DIALOGAR: ¿Qué tal te va como chico veraz? ¿De qué manera puedes ser honesto y amable al mismo tiempo?
PARA ORAR: Señor, tú eres siempre completamente honesto con nosotros, pero eres también completamente amable. Ayúdanos a hablar tan sabiamente como hablas tú.
PARA HACER: Quizá te sientas perdido en una telaraña de mentiras que has estado diciendo por mucho tiempo. ¡Hoy puedes empezar a ser veraz!



McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

martes, 25 de septiembre de 2012

Planes de restitución

Cascadas del Paraíso - Paradise - 1920x1200Yo os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta, mi gran ejército que envié contra vosotros. Comeréis hasta saciaros, y alabaréis el nombre de Jehová, vuestro Dios, el cual hizo maravillas con vosotros; y nunca jamás será mi pueblo avergonzado. Joel 2.25–26

Las profecías de Joel vienen a un pueblo que ha sufrido duras experiencias de pérdida. En una campaña militar tras otra, diferentes agresores destruyeron paulatinamente las ciudades y despojaron a los israelitas de su ganado, su cosecha y sus bienes materiales. Una serie de calamidades naturales, tales como plagas de langostas y períodos de intensa sequía, habían también diezmado los recursos del pueblo.
El pasaje de hoy nos da una clara y precisa descripción de los objetivos de Dios para con su pueblo. Revela que todas las circunstancias y los acontecimientos en la vida del ser humano están al servicio de los propósitos eternos. Él ordena todas las circunstancias para que cumplan una función espiritual y su mano está presente en todo.
Es importante que nosotros entendamos esto porque, en tiempos de calamidad, creemos que Dios se ha olvidado de nosotros o que la situación se le ha escapado de las manos. En la tormenta sobre el Mar de Galilea, por ejemplo, los discípulos despertaron a Jesús y le reprocharon que a él no le importaba lo que les estaba pasando. El Señor, sin embargo, no solamente conoce lo que está sucediendo, sino que él mismo es el que encausa los acontecimientos para lograr en nosotros ciertos cambios. En ningún momento deja de ejercer su soberanía absoluta sobre todos los elementos, pues él es Creador y dispone de todo como a él le place.
El segundo principio que vemos en el texto de hoy es que las calamidades, adversidades y dificultades tienen una «vida útil». Es decir, no han sido enviadas para atormentar indefinidamente al ser humano. Las dificultades han sido enviadas por un tiempo. Ni bien han cumplido con el objetivo divino, son quitadas y Dios restaura lo que se ha perdido. Este es un principio que vemos en diversos lugares en la Palabra. En la vida de Job, por ejemplo, cuando terminó la prueba Dios quitó la aflicción y le devolvió el doble de todo lo que había perdido (Job 42.10). José, luego de sus años de esclavitud y prisión, alcanzó las más altas esferas gubernamentales, con todas las riquezas del país a su disposición. Cuando Cristo terminó su confrontación con el diablo en el desierto vinieron ángeles a él que le ministraban (Mt 4.11).
El cumplimiento de este principio revela el corazón tierno de Dios, cuyo deseo principal es bendecir y prosperar a sus hijos. No necesitamos rogarle que nos bendiga porque él está deseoso de hacerlo. Cuando ha terminado de probarnos, automáticamente restituye y multiplica su favor sobre nuestras vidas. Como observa el salmista, «porque por un momento será su ira, pero su favor dura toda la vida. Por la noche durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría» (30.5).

Para pensar:
¿Cómo reacciona a la disciplina de Dios? ¿Qué elementos le advierten que el Señor intenta disciplinar su vida? ¿Cómo puede descubrir el propósito de la disciplina del Señor?

jueves, 20 de septiembre de 2012

Libre de soledad

HAZ CLICK PARA ENTRAR Y VER MAS FOTOSLectura bíblica: Colosenses 3:12–15

Vestíos de profunda compasión, de benignidad, de humildad, de mansedumbre y de paciencia. Colosenses 3:12


Cuando Ignacio pasó de la primaria a la secundaria, los amigos de la primaria se desparramaron por distintas escuelas. Rara vez los veía y su única esperanza de verlos era después de la escuela, pero aun así, ya no se sentía cerca de ellos porque tenían cada vez menos en común. Se sentía cada vez más distanciado de ellos y no encontraba nuevos amigos. Ignacio empezó a sentir que su soledad era una condena a cadena perpetua.
Aun si nunca tuviste que cambiar de escuela, quizá has estado en alguna situación fea en que te sentiste como Ignacio. Pensaste: Nunca tendré amigos de verdad. O pensaste: Supongo que no merezco que nadie me quiera.
No tienes por qué quedarte atrapado en tu soledad. Aunque te sientes condenado a cadena perpetua, puedes librarte de tu “condena” y vivir en un mundo de buenos amigos.
Tema para comentar: ¿En qué ocasiones te has sentido solo? ¿Qué hiciste para resolver tu situación?
La próxima vez que estés atrapado en un cárcel sin amigos, sigue estas sugerencias:
Examínate honestamente. Examina honestamente tu vida. ¿Estás haciendo algo que causa que los demás se alejen de ti?
Consigue ayuda. No tienes que anotarte para tomar lecciones sobre cómo ser encantadora o cómo ser irresistible, pero eso no quiere decir que no te puedas apoyar en alguien para que te muestre el camino. Ignacio se encontró con que su hermano mayor podía darle algunos consejos que lo ayudaron a mejorar como amigo. Y su apoyo lo ayudó a saber que no estaba enfrentando solo su problema.
Sé realista. Tratar de adaptarte al grupo de chicos populares por lo general te hace sentir peor. ¡Determina si estás buscando un amigo o que te crean “alguien”!
Sé amistoso. La cuestión no es tanto conseguir amigos como ser amigo. Ignacio decidió concentrarse en ser afectuoso con los demás en lugar de tratar de convencer a todos para que fueran afectuosos con él.
Ignacio encontró nuevos amigos cuando empezó a acercarse a otros que habían sido marginados. Resultó ser que estos chicos que había considerado fracasados habían sido tan injustamente marginados como él. Sus nuevas amistades no surgieron de la noche a la mañana. Pero fueron posible porque Ignacio tomó pasos pequeños y planeados hacia la formación de nuevas amistades.
PARA DIALOGAR: ¿Qué tal te va con tus amistades? ¿Cómo puedes obtener amigos por ser un amigo?
PARA ORAR: Señor Jesús, ayúdanos a ser la clase de amigos que has sido tú con nosotros.
PARA HACER: A la mayoría le gustaría tener más amigos. ¿Qué te gustaría hacer hoy para ser un mejor amigo para alguien?

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Superamigo



Lectura bíblica: Proverbios 18:24
Hay amigos que uno tiene para su propio mal, pero hay un amigo que es más fiel que un hermano. Proverbios 18:24


Marisa se siente rechazada. Ella y Victoria fueron mejores amigas todo el verano. Se hicieron muy amigas en un campamento. Después, pasaban la noche a veces en la casa de una y otras veces en la casa de la otra. En la Escuela Bíblica de Vacaciones eran inseparables.
Pero cuando se acabó el verano, su amistad se fue a pique. En la escuela, la iglesia, el club o de paseo con otras chicas, Victoria trataba a Marisa como si no la conociera.
No todos los amigos se portan mal como Victoria. Si alguna vez te ha pasado lo que le pasó a Marisa, sabes lo maravilloso que es tener un amigo del que puedes depender. Por más maravillosas que sean algunas amistades humanas, contamos con una amistad tan absoluta que sobrepasa y sobrevive a todas las demás. Es nuestra amistad con Jesucristo quien ha prometido estar con nosotros para siempre (ver Mateo 28:20).
Tema para comentar: ¿Cómo es que Jesús es el amigo perfecto? ¿En qué sentido es distinta la amistad que él ofrece a cualquier amistad con un amigo cristiano o un familiar?
Fíjate en estas verdades acerca de tu amigo perfecto:
Jesús es un amigo de tiempo completo. Siempre está a tu disposición. No te trata de una manera cuando están solos y de otra manera cuando están con otros.
Jesús es un amigo incondicional. Siempre te perdona cuando le fallas. Se aferra a ti no importa lo que pase en tu vida.
Jesús es un amigo de quien puedes depender. No tienes que temer que se burle de ti, que te abandone o que cuente tus secretos. Y sus promesas son aún más seguras que el hecho de que el sol saldrá mañana.
Jesús es un amigo profundo. Nunca es superficial ni trivial. Quiere una relación contigo que te cambie la vida. Te trata con amor y respeto cuando le abres tu corazón. ¡Demuestra un amor intenso y personal por ti!
Cuando Jesús caminó en la tierra, no era rígido ni orgulloso. La gente común no se cohibía cuando se acercaba. No tienes que hacerte el superespiritual para que te dé su atención. Sé con él tal cual eres, y él será contigo tal cual es.
En Jesús tienes un gran amigo incondicional y fiel. Cultiva tu amistad con él todos los días, y tendrás la clase de amor que dura para siempre.
PARA DIALOGAR: ¿Has hecho de Jesús tu mejor amigo? ¿De qué manera notas que eso afecta tu diario vivir?
PARA ORAR: Señor Jesús, haz que nuestra amistad contigo sea la mejor y más importante amistad de todas.
PARA HACER: ¿Sucede alguna vez que tu amistad con otras personas te quita tiempo para tu amistad con Jesús? ¿Te gustaría dedicarle algo de tiempo hoy?



McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

martes, 18 de septiembre de 2012

Señor del momento

Yate de súper lujo Navetta 33 - Luxury yacht Ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas,porque el viento era contrario. Pero a la cuarta vigilia de la noche, Jesús fue a ellos andando sobre el mar. Mateo 14.24–25

Los discípulos, que habían recibido instrucciones del Señor en cuanto a pasar a la otra ribera del mar, probablemente emprendieron su viaje al atardecer. El pasaje claramente nos dice que Jesús estaba solo cuando llegó la noche. El Mesías llegó hasta ellos en algún momento, durante la cuarta vigilia, el período que se extendía entre las tres y las seis de mañana. Podemos, entonces, estimar que habían pasado al menos nueve horas en el agua, intentando realizar un viaje que normalmente duraría apenas una hora.
Imagine usted cuál puede haber sido el estado de los discípulos en ese momento. Físicamente estarían sumamente cansados. A la fatiga de estar batallando contra el feroz viento que no les permitía avanzar se le sumaría el cansancio de toda una noche desvelados. Y esto venía después de un día de intenso ministerio con emociones fuertes y encontradas.
¿Cómo se sentirían los discípulos? ¿Cómo se hubiera sentido usted en esta situación? Estaban acostumbrados a que Cristo siempre proveyera las directivas y las palabras necesarias para orientar sus vidas en tiempos de dificultad. Pero Cristo no estaba con ellos. Seguramente algunos de ellos se preguntaba por qué se le había ocurrido al Maestro enviarlos solos. ¿Acaso no se dio cuenta de que se avecinaba un fuerte viento? ¿Es que no le importaba lo que le pasara a ellos? ¿Por qué había permitido que esta situación sucediera? Además, ¿cómo iba a hacer él para alcanzarlos luego?
Mientras tanto, la Palabra dice que Jesús había subido al monte para orar. Había sólo un monte en esa zona y desde su cima se podía ver todo el mar de Galilea. Lo más probable, hablando desde un plano netamente humano, es que durante gran parte de la noche la barca de los discípulos fuera visible sobre la superficie de las aguas. Podemos suponer, además, que en su espíritu Cristo conocía la situación por la que atravesaban los discípulos. No obstante, permitió que avanzara la noche sin que él interviniera ni se moviera del lugar donde estaba. Para cualquier observador, la actitud de Jesús tendría toda la apariencia de una indiferencia muy poco comprometida con las personas que decía amar.
¡Verdaderamente los caminos de Dios no son nuestros caminos! El Señor, sin duda, quería enseñarles algo y por esta razón se abstuvo de intervenir. Nuestra intervención para socorrer a los que están en tiempos de angustia, no siempre es lo más aconsejable. A veces, es necesario que la persona se fortalezca en medio de la crisis. En otras circunstancias, es bueno que la persona se dé cuenta de cuán limitados son sus recursos. Sea cual sea la situación, Dios viene a nosotros en el momento justo, en el tiempo perfecto para que le saquemos el máximo de provecho a la situación que estamos viviendo.


Para pensar:
A veces parece que él se ha olvidado de nosotros, pero Dios observa todo desde un lugar que le permite una mejor perspectiva que la nuestra. No se desespere. Cuando sea el momento justo, vendrá a usted del modo menos esperado.

martes, 11 de septiembre de 2012

¡A divertirte!

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Hijo mío, si los pecadores te quisieran persuadir, no lo consientas. Proverbios 1:10 —

Ya lo creo que lo es —dijo con sarcasmo Tito—. Seguir a Jesús es divertido. La iglesia parece taaaan cautivante. ¿Y ser bueno todo el tiempo? Eso debe ser lo máximo en diversión. La mayoría de los chicos que Juan Carlos invitó a la iglesia aceptaron su invitación. Y muchos de ellos coincidieron en que la iglesia es un lugar bueno para estar, ¡y que seguir a Cristo es grandioso! Pero Tito tenía una actitud muy distinta. Daba por hecho que las únicas personas interesadas en obedecer los mandatos de Dios eran viejas malas con el pelo tirado para atrás y atado en un rodete. Tito parecía pensar que la meta más grande de Dios era quitarle toda la diversión a la vida. Tema para comentar: ¿En qué ocasión te ha tratado de decir alguien que seguir a Dios —o hacer lo bueno— te arruina todas las diversiones? Quizá algún día Tito cambie de idea. Pero Dios sabe quiénes son los que realmente arruinan las diversiones. En tres breves versículos en el primer capítulo de Proverbios —el libro de la Biblia sobre sabiduría— aprendemos que los pecadores son los que realmente le quitan el placer a la vida. Es probable que no conozcas a nadie que realmente acostumbre a golpear a personas inocentes como la pandilla sanguinaria descrita en Proverbios 1. Pero notarás mucho parecido con lo que todos los pecadores dicen cuando tratan de arrastrarte al pecado. Fíjate en estas frases que parecen tan inofensivas: • “¡Ven con nosotros!”. • “¡Esto no le hace mal a nadie!”. • “¡Fíjate en las cosas magníficas que conseguiremos!”. • “¡Te garantizamos que te vas a divertir!”. Esos pecadores no son muy inteligentes. La diversión de ellos les arruina su propia vida y, empecinados en destruir a otros, terminan destruyéndose ellos mismos. Como dice Proverbios 1:18: “Pero ellos ponen acechanzas a su propia sangre; a sus propias vidas ponen trampa”. El salmista dice que Dios se encarga de los que creen que el pecado es el camino al éxito: “Ciertamente los has puesto en deslizaderos, y los harás caer en la decepción” (Salmo 73:18). ¡Eso no suena muy divertido! Dios habla por boca de Salomón para darte algunos consejos claros cuando alguien trata de convencerte de que pecar es buena idea: “Hijo mío, si los pecadores te quisieran persuadir, no lo consientas” (Proverbios 1:10). La intención de Dios no es impedir que te diviertas. Su sabiduría tiene la meta de mostrarte un camino hacia lo auténticamente divertido. Dios no es el mata diversiones. Él es el dador de diversiones.

PARA DIALOGAR: ¿Cómo sabes que Dios, con sus reglas, quiere darte una vida buena, no una vida infeliz?

PARA ORAR: Señor, gracias por establecer límites que nos guían hacia la buena vida. Tú nos mantienes a salvo y felices.

PARA HACER: ¿Tienes algún amigo que cree que la meta de Dios es quitarle toda la diversión en la vida? ¡Cuéntale la verdad acerca de esto!

lunes, 10 de septiembre de 2012

“Todos” no siempre significa “todos”

Lectura bíblica: Daniel 1:6–15

Pero Daniel se propuso en su corazón no contaminarse con la ración de la comida del rey ni con el vino que éste bebía. Daniel 1:8


Nicolás llegó a casa de la escuela con una invitación para ir a la casa de Roberto para andar en su bicicleta motocross por unas sendas especiales para ese fin en el bosquecillo detrás de la casa de éste.
—Tengo que ir ahora, mamá —insistió—. ¿Me puedes llevar? Los chicos se van a encontrar allí en un ratito.
—Nicolás, ya te he dicho que no —repitió la mamá.
—Por favor, mamá —rogó Nicolás—. Todos los chicos van.
—No me importa cuántos de tus amigos van. No quiero que vayas a la casa de ningún amigo cuando no hay ningún adulto. Y punto.
Nicolás estuvo furioso toda la tarde y la noche, hasta que habló con Roberto el lunes. Resultó que sólo a uno de los muchachos lo habían dejado ir. Pero había otra novedad. El chico que fue se había caído de la bici y se había roto la muñeca. Y como no había ninguna persona mayor, Roberto tuvo que llamar una ambulancia.
Nicolás había caído en la trampa de creer eso de “todos lo hacen”. ¡Qué mentira! Mucho menos chicos hacen cosas inapropiadas de lo que tú piensas.

•      Todos no están fumando. Las encuestas muestran que más del 70 por ciento de los estudiantes de secundaria (preparatoria) no fuman regularmente.
•      Todos no beben bebidas alcohólicas. Más del 50 por ciento de los estudiantes encuestados dijeron que no habían bebido en los últimos 30 días. Más del 20 por ciento dijeron que nunca han bebido.
•      Todos no andan en drogas. Por ejemplo, casi el 50 por ciento de todos los jóvenes norteamericanos rechazan las drogas ilícitas en la secundaria (preparatoria).
•      Todos no están perdiendo su fe en Dios. En un estudio realizado recientemente por el Grupo de Investigación Barna, el 65 por ciento de los jovencitos manifestaron que querían tener una relación estrecha con Dios*.

Los chicos muchas veces usan el cuento de que “todo el mundo lo hace” para manipular a sus amigos y a sus padres. ¡No lo creas! Y si todos realmente “lo hacen”, eso no significa que tú también tengas que hacerlo. Puedes ser como Daniel y sus tres amigos. No cedieron ante la presión de conformarse a lo que los demás hacían y, como resultado, Dios los bendijo.
* Josh McDowell y Bob Hostetler, Convicciones más que creencias (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2003), p. 18.
PARA DIALOGAR: ¿De qué manera te mantienes firme cuando los demás te presionan para que te conformes a lo que ellos hacen?
PARA ORAR: Señor, danos valentía para resistir aquello de “todos lo hacen”.
PARA HACER: Prometan llamarse mutuamente la atención —chicos o adultos— cuando tratan de usar el argumento “todos lo hacen”.

sábado, 8 de septiembre de 2012

¿Quién es el más importante?

20 imágenes bonitas para ver, disfrutar y compartir

Lectura bíblica: Mateo 20:20–28

Cualquiera que anhele ser grande entre vosotros será vuestro servidor. Mateo 20:26


Piensa a ver si te gustaría llegar a ser algún día una líder como la señora Romano.
La señora Romano es una mujer de negocios con un puesto gerencial importante en su compañía. Desprecia a todos los que considera menos importantes que ella, prácticamente todo el mundo. Cuando entra su asistente a la oficina, la señora Romano le grita furiosa sus órdenes usuales:
—Haga venir a ese idiota de Pérez, y dígale a Alicia que…
Se detiene en el medio de la frase al ver la cara de alarma de su asistente, quien le dice:
—Llamó la señora de la guardería que cuida a su hija. Daniela ha desaparecido.
La señora Romano toma su teléfono celular y llama a la señora de la guardería, la bombardea con preguntas mientras sale a toda carrera de la oficina. Se sube como un bólido a su auto de lujo, y sale volando para la guardería. Si algo le pasa a Daniela, me muero. No se detiene en el semáforo rojo. ¿Y si no la encuentro? piensa aterrada.
Cerca de la guardería, ve un guardia de tránsito en la intersección que le hace una señal para que pare, y pisa a fondo el freno. Está a punto de estallar de furia. El viejo guardia ha estado ayudando a los chicos a cruzar esa calle durante años y la señora Romano siempre lo ha considerado un viejo insignificante. Y ahora, obligándola a parar, le está haciendo perder un tiempo precioso.
La señora Romano abre la boca para gritarle, luego nota en sus brazos una nenita, ¡es Daniela! El viejo guardia la había encontrado en el parque y la estaba llevando de vuelta a la guardería. La señora Romano abre volando la puerta del auto y corre histéricamente hacia el hombre. Toma a su hijita de tres años y la abraza, llorando de felicidad y agradecimiento. La señora Romano, la poderosa ejecutiva, de pronto se siente muy pequeña. Y el viejo guardia a quien antes consideraba insignificante, es para ella muy importante.
Tema para comentar: ¿Qué opinas de la señora Romano?
La señora Romano es “egotista”, alguien que se ve como el centro del universo. Pone sus intereses antes de los de todos los demás, pensando: Olvídate de todos los demás. Mientras le saque toda la ventaja posible a la vida, seré feliz. Pero la vida no es así. Seguir esa estrategia puede hacerlo rico o poderoso a uno, pero también lo deja amargado y solo.
Jesús enseñó que tú y todo el resto de los seres humanos son inmensa e igualmente importantes para Dios. Reconocer el valor de todos los que te rodean no interfiere con tu felicidad. Produce felicidad.
PARA DIALOGAR: ¿Qué piensas de Dios quien nos considera valiosos a todos?
PARA ORAR: Señor, ayúdanos a tratar a todos los que nos rodean como personas que son importantes para ti.
PARA HACER: ¿A quién has despreciado en el pasado? ¿Qué quieres hacer hoy para demostrar el valor de esa persona?



McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Medidas radicales

Las mejores imágenes y fotografías de paisajes naturales - The best and free nature landscapesPor tanto, si tu mano o tu pie te es ocasión de caer, córtalo y échalo de ti: mejor te es entrar en la vida cojo o manco, que teniendo dos manos o dos pies ser arrojado en el fuego eterno. Y si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti: mejor te es entrar con un solo ojo en la vida, que teniendo dos ojos ser echado en el infierno de fuego. Mateo 18.8–10

La Palabra nos da al menos dos claros procedimientos para resolver el tema del pecado en nuestras vidas. Uno de ellos se refiere a lo que podríamos llamar «pecados ocasionales». Estos pecados son comunes a todas las personas y en los mismos ocasionalmente también caemos nosotros. Quien está espiritualmente atento a lo que está pasando en su vida podrá detectar el nacimiento de un pensamiento que invita al pecado. El apóstol Pablo afirma que para andar en obediencia es necesario tomar estos pensamientos cautivos. Es decir, debemos «arrestar» el pensamiento mientras aún se está formando y colocarlo a los pies de Cristo, reafirmando que estamos bajo Su señorío.
El texto de hoy se refiere a una segunda categoría de pecados, aquellos que podríamos llamar pecados «habituales». Estos son los pecados que ya se han instalado en forma permanente en nuestras vidas. Nos encontramos atrapados en un círculo vicioso que no produce ninguna solución definitiva a nuestro problema. Caemos en pecado, lo confesamos, hacemos votos de nunca más cometer ese pecado, pero al poco tiempo estamos otra vez en la misma situación.
Cristo es radical con este tipo de situaciones. Nos dice que donde ya no existe la posibilidad de vencer por medio del dominio propio, porque el dominio propio es muy débil en determinada área, entonces debemos adoptar una postura más tajante. Debemos extirpar de nuestras vidas aquella actividad, circunstancia o situación que continúa alimentando un hábito pecaminoso.
Permítame ilustrar esto. Supongamos que a un joven le apasiona el fútbol. Cada vez que juega, sin embargo, pierde los estribos y entra en comportamientos de agresión violenta contra sus hermanos. Ya ha confesado muchas veces su pecado, como también pedido perdón a los involucrados. Pero siempre vuelve a caer. ¿Cuál es la solución que propone Cristo? Que deje de jugar al fútbol hasta que pueda adquirir el dominio propio para jugar sin deshonrar al Señor.
La misma realidad podría aplicarse al que mira mucha televisión, o al que es muy discutidor o a la persona que no puede controlar sus gastos. En cada caso, el camino de la resistencia no dará resultados. Lo que hace falta es un remedio más radical. Evitar la situación particular que nos lleva a caer una y otra vez en ese pecado.
El pecado no es asunto para tomar con liviandad. Cuando no se lo corrige, va empañando nuestra visión y endureciendo nuestro corazón para, eventualmente, como señala el apóstol Santiago, producir en nosotros la muerte (1.15). Para semejante mal solamente servirán decisiones que dan un corte definitivo al problema. Es mejor perderse algunas cosas en este tierra y tener amplia entrada en los cielos.


Para pensar:
«Es mejor morirse de hambre que ir a pedirle comida al diablo». Tomás Watson.

martes, 4 de septiembre de 2012

CADA UNO ESPECIAL

La gloria de los jóvenes es su fuerza; la belleza de los ancianos, su vejez. Proverbios 20.29

El autor de Proverbios escoge dos grupos de personas que están en extremos opuestos de la vida, para compartir una importante observación con nosotros. Los jóvenes están comenzando a construir sus vidas, realizando el proceso de integración que los convertirá en miembros útiles de la sociedad. En la otra punta se encuentran los ancianos, la gente que ya está terminando la carrera y que ha, en gran parte, completado su aporte a la sociedad. Ambos, nos dice el versículo, son especiales.
A nosotros nos ha tocado vivir en una sociedad que eleva a un lugar de privilegio a la juventud. Pagamos cifras millonarias a muchachos que deslumbran con sus habilidades de jugar al fútbol o al básquet. Las «súper» modelos del mundo de la ropa son las estrellas que siguen alocadamente multitudes de adolescentes que pretenden ser iguales a ellas. Los jóvenes con talento para la música, dueños de contratos de grabación astronómicos, son los que imprimen sobre toda una generación sus valores y criterios acerca de la vida. En el mundo de las empresas, las personas con cuarenta años de servicio leal a la compañía se tornan dispensables, pues deben hacer lugar para la ola de graduados universitarios que, se cree, representan el futuro del mercado.
Dentro de este marco, la vejez es un castigo. El que ha entrado en la etapa de retiro es una persona que no tiene delante suyo otro desafío que esperar la llegada de la muerte. Aunque mostramos cierta ternura hacia los que son ancianos, pocos los consideramos como miembros valiosos de la sociedad.
El texto de hoy corrige esa creencia, tan arraigada en el ser humano, de que hay una etapa de la vida que es mejor que la otra. Cada etapa es especial. Trae consigo ciertos desafíos que son diferentes a los que enfrentan aquellos que se encuentran en otras etapas de la vida. Es justamente porque queremos medir todas las etapas con el mismo criterio, que se convierten en indeseables. Si tomamos lo que es la gloria de la juventud y la aplicamos a la vejez, de seguro tendremos la opinión de que es una etapa muy triste. Los ancianos son personas que pierden, día a día, la vitalidad y la fuerza que en otro tiempo poseían en abundancia. De la misma manera, si nuestro ideal tiene que ver con la belleza física, el cuerpo esculpido y el rostro reluciente, nos resistiremos con toda nuestra fuerza al avance de los años.
El texto de hoy, no obstante, nos dice que la hermosura de los ancianos es, precisamente, su vejez. Detrás de esas arrugas y esos cabellos canosos, hay toda una vida de experiencia, de luchas y victorias. En sus rostros hay una historia que merece ser contada. De sus errores y aciertos hay muchas lecciones que podemos aprender. Les debemos nuestro respeto porque han corrido con perseverancia la carrera de la vida. Nosotros aún no sabemos si llegaremos a donde ellos han llegado. El anciano, en el reino de Dios, es valioso porque hace un aporte que el joven no puede hacer.

Para pensar:
«Delante de las canas te levantarás y honrarás el rostro del anciano. De tu Dios tendrás temor. Yo, Jehová» (Lv 19.32).

domingo, 2 de septiembre de 2012

tened por sumo gozo

Hermanos míos, gozaos profundamente cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Pero tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna. Santiago 1.2–4

Este es un pasaje bien conocido para todos los que llevamos un tiempo en el camino del Señor. No debemos permitir, sin embargo, que la familiaridad con el texto nos robe la posibilidad de seguir aprendiendo lo que Dios quiere decirnos a través de su Palabra. Hay varios puntos importantes en la exhortación del apóstol Santiago.
En primer lugar, debemos notar que el apóstol anima a los hermanos a una actitud de gozo en medio de las dificultades. El gozo es una de las cosas que caracteriza a los que andan en Cristo y no deben existir situaciones que nos priven de disfrutar de él. Normalmente, el gozo es el resultado de algo que nos hace bien, algún acontecimiento, alguna palabra, alguna experiencia que encontramos agradable para nuestro ser. En estas situaciones, nuestros gozo se desborda y lo compartimos con otros.
He aquí nuestra dificultad, entonces. ¿Cómo gozarnos cuando nos encontramos en situaciones de prueba? La mayoría de nosotros no logramos sentir el más mínimo gozo cuando estamos sumergidos en situaciones que consideramos negativas o tristes. Santiago, sin embargo, nos está ayudando a entender que esto NO es el resultado de tener los ojos puestos en la prueba o tribulación por la que estamos atravesando. Lógicamente, ninguna crisis va a inspirarnos para dar gracias, ni tampoco a sentir alegría. Al contrario, cuanto más la analizamos más profundamente nos desanimamos.
La exhortación de Santiago no es a mirar la prueba, sino el resultado de la prueba. ¿Cuál es ese resultado? Que seamos perfectos y cabales, sin que nos falte nada. En esa expresión «sin que falte nada» está incluida justamente la perspectiva que en este momento no nos permite gozarnos! La palabra «perfecto» es muy importante en el Nuevo Testamento. No se refiere a que seamos personas que nunca cometen errores, ni caen en pecado. ¡Nada de eso! Se refiere, más bien a la perfección desde la óptica de Dios, que es la posibilidad de vivir, en toda su plenitud, la vida a la cual el Señor nos ha llamado, cumpliendo así el propósito para el cual fuimos creados.
Tome nota de un detalle importante en el texto: no es usted el que está siendo probado, sino su fe. Claro, usted me dirá que de todos modos usted es el que sufre la prueba. El Señor, sin embargo, no se ha propuesto hacerle pasar un mal momento solamente por un capricho de él. Él está trabajando para que su fe sea la que debe ser. Usted y yo sabemos que esto es muy importante, pues la fe es uno de los ingredientes básicos de la vida espiritual. «Sin fe», nos dice el autor de Hebreos, «es imposible agradar a Dios» (11.6). De modo que necesitamos de toda la ayuda que él pueda darnos en esto, para tener una fe viva, dinámica y robusta.


Para pensar:
¿Cómo se lleva a la práctica esto? Lea Hechos 16.22–34 para ver cómo lo hicieron Pablo y Silas. ¡Allí tenemos un tremendo ejemplo del gozo en medio de las aflicciones!

Nuestra fe es una ofrenda que satisface a Dios

  Versículos de la Biblia Filipenses 2:17 Y aunque sea derramado en libación sobre el sacrificio y servicio de vuestra ...