viernes, 2 de noviembre de 2012

No hay que ver para creer

ver para creer
Lectura bíblica: Mateo 28:1–7

No está aquí, porque ha resucitado, así como dijo. Mateo 28:6

Un hombre y una mujer en guardapolvos blancos entran en un laboratorio. Ella sostiene una tablilla y un lápiz, él sujeta un objeto blanco pequeño y rectangular. El hombre coloca el objeto blanco en un pequeño tanque de vidrio lleno de agua que primero se hunde y luego vuelve a la superficie. La mujer apunta algo en su tablilla. El hombre empuja otra vez el objeto hasta el fondo. Éste vuelve nuevamente a la superficie. La mujer apunta algo más en su tablilla.
Después de hacer esto repetidamente, los científicos llegan a una sorprendente conclusión: La barra de jabón de la marca X flota. Lo han comprobado científicamente.
Cierto o falso: La única manera de comprobar que una información sea verdad es por medio de experimentos científicos.
Esto es totalmente falso. El método científico es una gran herramienta para aprendizaje, pero no es la única manera de probar algo.
Si los experimentos científicos fueran la única manera de arribar a la verdad, entonces no podríamos comprobar que José de San Martín fue el libertador de Argentina, Chile y Perú, o que Simón Bolívar juró dedicar su vida a la independencia americana. Pero por el hecho que no se puedan comprobar en un laboratorio, no significa que no fueran verdad. Pueden comprobarse por medio de un tipo distinto de evidencias.
Es el tipo de prueba presentada todos los días en los tribunales de justicia alrededor del mundo, y es el único tipo de prueba que se aplica a eventos históricos. Entonces, ¿cómo podrías comprobar que San Martín y Bolívar se dedicaron a lograr la independencia de naciones sudamericanas?
Si pudieras encontrar testigos oculares, los entrevistarías. Eso se llama “testimonio oral”. Juntarías copias de cartas que escribieron San Martín y Bolívar, de periódicos que reportaban sus actividades y libros acerca de ellos. Eso se llama “testimonio escrito”. Mostrarías objetos como sus espadas, fotografías de ellos y del lugar donde nacieron. Eso se llama “evidencia física”. Con ese cúmulo de evidencias, nadie tendría problema en creer en José de San Martín y Simón Bolívar.
Eso se denomina método de comprobación basado en “las evidencias” o en lo “histórico”, y es el método por el que podemos comprobar la resurrección de Cristo. No podemos obtener ninguna evidencia oral, porque no tenemos acceso a nadie que vivió en el siglo I. Pero tenemos en la Biblia las evi dencias escritas de los discípulos y la evidencia física de la tumba vacía.
Tu fe en Cristo no es ciega. No es necia. La vida y el ministerio de Jesús, sus milagros y su resurrección pueden ser comprobados, y de hecho lo han sido. Puedes estar seguro de lo que crees, ¡por las evidencias!
PARA DIALOGAR: ¿Qué le responderías a alguien que dice que no puedes comprobar las verdades de la fe cristiana?
PARA ORAR: Señor, gracias por darnos una fe de la que podemos estar seguros.
PARA HACER: A modo de repaso, pregúntense unos a otros hoy o mañana: ¿Cuáles son las tres clases de testimonio que cuentan para el método de comprobación basado en “las evidencias”?


McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.


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